¿Contratas freelancers en Guatemala? ¡Cuidado con las trampas legales!
- admin
- 23 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 nov
¡Imagina esto! contratas a un freelancer para un proyecto, firmas un contrato de servicios y todo parece perfecto. Flexibilidad, costos optimizados, cero complicaciones. Pero, de repente, enfrentas una demanda laboral, una multa del Ministerio de Trabajo o un requerimiento del IGSS.
¿Qué salió mal?
En Guatemala, un contrato mal diseñado puede ocultar una relación laboral encubierta, y las consecuencias pueden ser costosas. En Amber Legal, te explicamos cómo identificar este riesgo y cómo proteger a tu empresa antes de que sea demasiado tarde.
La realidad manda: no basta con un contrato
En el derecho laboral guatemalteco, rige el principio de primacía de la realidad. Esto significa que lo que verdaderamente configura una relación laboral no es el título del contrato ni el uso de facturas, sino la forma en que se desarrolla la relación en la práctica.
La Corte de Constitucionalidad ha sido enfática: si hay subordinación, continuidad, integración a la estructura de la empresa o dependencia económica, estamos ante una relación laboral, aunque el contrato diga “servicios profesionales”. Este principio es respaldado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Ministerio de Trabajo.
Un “freelancer” que trabaja bajo tus horarios, reporta a tu equipo y depende exclusivamente de tus pagos no es un proveedor de servicios. Es un empleado encubierto. Y eso puede salir muy caro.
Los riesgos de ignorar la realidad
Una mala calificación contractual puede desencadenar serios problemas para tu empresa:
Demandas laborales por prestaciones no pagadas o despido indirecto.
Sanciones administrativas por parte del Ministerio de Trabajo, IGSS y SAT.
Daño reputacional, especialmente si el conflicto trasciende a medios o redes sociales.
Descalificación en procesos de licitación, por incumplimiento de normativas laborales.
Los tribunales laborales suelen fallar a favor del trabajador cuando detectan contradicciones entre la relación contractual y la dinámica real, especialmente si el vínculo terminó sin indemnización, pese a una larga continuidad.
¿Se puede contratar freelancers sin miedo? Sí, con estas 5 claves.
La figura del prestador de servicios profesionales es válida, pero debe aplicarse correctamente. En Amber Legal recomendamos:
Redactar contratos claros, que establezcan autonomía técnica, libertad de medios y ausencia de subordinación.
Evitar control operativo directo, como horarios fijos o reportes jerárquicos.
Vincular los pagos a entregables, no a periodicidades típicas de salario.
Exigir facturación adecuada, y verificar cumplimiento fiscal del proveedor.
Documentar la independencia del freelancer, demostrando que presta servicios a otros clientes.
Una auditoría legal preventiva puede ayudarte a corregir riesgos antes de que se conviertan en litigios.
Amber Legal: tu escudo ante riesgos laborales
En Amber Legal, la práctica especializada en derecho laboral patronal de nuestra firma, trabajamos con empresas que contratan freelancers, consultores y personal tercerizado. Les ayudamos a:
Diseñar contratos que resistan auditorías o reclamaciones.
Regularizar sus esquemas de contratación conforme a la ley.
Implementar procesos internos que minimicen la exposición legal.
Representarlas ante inspecciones, tribunales y autoridades laborales o fiscales.
Con enfoque técnico, preventivo y empresarial, convertimos la complejidad legal en estrategias claras y seguras para tu operación.
Si tu empresa trabaja con freelancers o personal independiente, no dejes tu estructura laboral al azar. Una consulta oportuna puede ahorrarte años de litigio, multas y daños a tu reputación.
¿Tiene alguna consulta relacionada con este tema?
Nuestro equipo de Amber Legal está para ayudarle.
Contáctenos: (502) 2219-3205 – info@amberlegal.com.gt
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